Mini muñeca sexual futanari desnuda de 125 cm
Altura | 125 centímetros | Material | 100% TPE con esqueleto |
Altura (sin cabeza) | 100 centímetros | Cintura | 41 millones |
Parte superior del pecho | 67 centímetros | Caderas | 65 centímetros |
Parte inferior del pecho | 48 centímetros | Hombro | 27 centímetros |
Brazo | 47 centímetros | Pierna | 55 centímetros |
Profundidad vaginal | 17 centímetros | Profundidad anal | 15 centímetros |
Profundidad oral | 12 centímetros | Mano | 16 centímetros |
Peso neto | 19 kilos | Pies | 15,5 cm |
Peso bruto | 28 kilos | Tamaño de la caja | 115*30*24cm |
Aplicaciones: Uso popular en medicina, modelos, educación sexual y tiendas para adultos. |
El verdadero interés en estudiar la Luna reside en lo que nos puede revelar sobre la Tierra. Como compañeras celestiales con un origen común, el destino de la Tierra y la Luna está ligado. Pero, como un astuto criminal, la Tierra, geológicamente activa, tiende a enterrar y destruir la evidencia de eventos pasados. La Luna es una compañera menos engañosa: la ausencia de actividad tectónica significa que los registros geológicos en la superficie perduran eones. Muñeca sexual Futanari.
Los científicos pueden analizar la evidencia lunar para inferir lo que también pudo haber sucedido en la Tierra en la misma época. Por ejemplo, en la fatídica colisión que formó la Luna, la Tierra quedó inhabitable —nada podría haber sobrevivido a un evento tan catastrófico— y toda su agua podría haberse evaporado, afirma Greer. De ser así, el agua debió haber regresado a nuestro planeta en algún momento, quizás por el impacto de asteroides, que también habrían dejado rastros en la Luna.
Si bien el nuevo estudio data la finalización de la formación de la Luna en un mínimo de 4.460 millones de años, todo el proceso, desde la colisión planetaria hasta el endurecimiento final, se desarrolló a lo largo de milenios. Los circones representan los últimos vestigios del océano de magma lunar: el último capítulo de los violentos inicios de la Luna y el inicio de su época más plácida.
Ni Heck ni Barboni se sorprenderían si futuros investigadores encontraran un circón más antiguo que determinara una edad aún mayor para la Luna. Quizás un cristal más antiguo se encuentre entre los hallazgos lunares de la NASA, aunque Heck afirma que son raros. O quizás haya más esperando ser descubiertos en la Luna, donde los humanos aún no han pisado.
Se están desarrollando varias misiones para traer muestras lunares de lugares inexplorados. En 2024, China lanzará una misión robótica que traerá muestras de la cara oculta de la Luna, y la misión Artemis III de la NASA pretende llevar humanos al polo sur lunar en diciembre de 2025. Las nuevas rocas recolectadas en estos sitios podrían ayudar a refinar la historia de los orígenes de la Luna.