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Los historiadores remontan las raíces de la Nueva Era de Sedona a finales de la década de 1950, cuando un puñado de mujeres locales interesadas en la metafísica comenzaron a organizar meditaciones en sus hogares, pero la historia espiritual de la tierra se remonta mucho más atrás. Esta región de rocas rojas, donde enormes formaciones rocosas se alzan como monumentos en el paisaje, es sagrada para el pueblo yavapai, que se vio obligado a abandonar el lugar en 1875 y no cree en los vórtices.
“Lo llamo una trampa para turistas porque está muy abarrotado”, dijo Gertrude Smith, directora cultural yavapai de la Nación Yavapai-Apache. “Pero para nosotros, es una parte muy importante de nuestro pueblo y de nuestra historia. Muchas de nuestras historias sobre la creación provienen de esa zona”.
Cada febrero, los miembros de la nación celebran una reunión en la zona de Sedona para rendir homenaje a lo que llaman "el Gran Éxodo", cuando la banda se vio obligada a recorrer 385 kilómetros al suroeste a través de un terreno accidentado hasta otra reserva. Muchos ancianos y bebés murieron en el viaje. Antes de la ceremonia, los miembros de la comunidad acuden al lugar para limpiar el terreno de las ruedas medicinales, los cristales y otros talismanes que inevitablemente dejan los buscadores de la Nueva Era. Muñeca sexual de silicona joven, con grandes pechos y traseros.

"Sé que esa es su creencia, que quieren creer en algo", dijo Smith. "Pero estos son nuestros lugares sagrados y eso molesta a nuestro chamán". Sexdoll Full Size
Las prácticas religiosas de los yavapai tienen poco que ver con los cuatro, siete o nueve vórtices (según el mapa que se consulte) que buscan hoy los turistas espirituales. Estos sitios, fácilmente accesibles por senderos cortos cerca de los estacionamientos, recibieron su nombre en 1980 del canalizador psíquico Page Bryant y fueron popularizados por el psíquico y gurú de la autoayuda californiano Dick Sutphen. Los más famosos son Airport Mesa (ideal para contemplar las puestas de sol), Bell Rock (con forma de campana), Cathedral Rock (que brilla al sol) y Boynton Canyon (alberga cuevas y viviendas antiguas).

Cuando Bryant identificó la ubicación de los vórtices, también los etiquetó como eléctricos, magnéticos o electromagnéticos. Los nombres tenían un propósito simbólico. Se cree que los vórtices eléctricos emiten una energía estimulante y edificante, mientras que los magnéticos ofrecen una energía más receptiva, enfocada y arraigada. Los vórtices electromagnéticos son una combinación de ambos. Sin embargo, las experiencias individuales con los vórtices suelen ser más variadas.