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Al menos 14 pandas han sido liberados en China; 12 de ellos criados en cautiverio, según informó National Geographic en 2021. De ellos, solo nueve sobrevivieron. El único panda liberado que se reprodujo tras la reintroducción fue un animal rescatado de la naturaleza.

Perdieron el ritmo

Al igual que los humanos, los pandas tienen ritmos circadianos adaptados a las señales ambientales. También, al igual que nosotros, son diurnos, lo que significa que están despiertos durante el día y dormidos por la noche.

La luz del día y la temperatura, dos señales ambientales importantes, influyen en todo, desde el metabolismo hasta la reproducción y los niveles de actividad, y alterar este reloj interno puede tener consecuencias. Las personas que trabajan en turnos de noche, por ejemplo, luchan contra su ritmo circadiano natural, afirma Gandia, y esto puede causar problemas metabólicos y de salud a largo plazo. (Obtenga más información sobre nuestro ritmo circadiano).

Las observaciones del equipo también mostraron que los pandas cautivos se comportaban de forma diferente según la estación. Por ejemplo, en primavera, un aumento de temperatura probablemente les indica a los pandas salvajes que es hora de migrar a otras partes de la montaña para acceder a nuevos brotes de bambú y aparearse.

Durante la primavera, Gandia observó un comportamiento anormal en los pandas cautivos en latitudes no coincidentes, como caminar de un lado a otro dentro del recinto, que en ocasiones también estaba relacionado con la actividad sexual.

“Uno de los comportamientos sexuales más divertidos de los pandas es pararse de manos”, dice. “Los machos hacen el pino y orinan. Es una forma de competir con otros machos”.

Ser testigo de comportamientos de apareamiento mientras caminan de un lado a otro puede significar que los pandas cautivos "están tratando de expresar estos comportamientos como lo harían en la naturaleza cuando migran".

El horario constante de alimentación de los pandas en cautiverio también puede afectar su ritmo circadiano. En el estudio, su segundo comportamiento anormal más común fue pararse de pie cerca de la puerta, anticipando la comida. Esto también iba acompañado de caminar de un lado a otro.

Gandia añade que la temperatura exterior de un zoológico influyó notablemente en los niveles de energía de los pandas. Por ejemplo, los pandas mantenidos en entornos más cálidos con menos luz natural parecían estar más aletargados.

El estudio no examinó la salud de los pandas cautivos, pero ese es un tema para futuros estudios, dice Gandia.